jueves, 21 de febrero de 2008

Argumentación Desarrollada

Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Departamento de Castellano, Literatura y Latín
Curso: Desarrollo del Lenguaje
Especialidad: Educación Especial
Período Académico: 2007 II
Profesora: Angélica Silva

Nombre y Apellido: Marysbel Noguera
Sección: 001


Diferencias entre el sistema comunicacional humano y animal
(Texto de Opinión)


Al adentrarnos en el mundo de la comunicación, descubrimos que no solo los seres humanos poseemos esta facultad de expresar y transmitir información. Todos los seres vivos se valen de distintos métodos para producir un acto comunicativo, en cualquiera de sus dimensiones (amplia o restringida). La primera dimensión, se refiere a la vida animal y la segunda a la especie humana. Entonces ¿Cuáles serían las principales diferencias entre la Comunicación Animal y la Humana? A continuación serán planteadas una serie de diferencias con el propósito de mostrar la amplia separación de los sistemas comunicacionales animal y humano.

En primer lugar, los seres humanos poseemos señales de carácter informativo que pueden ser codificados; en otras palabras, estas señales pueden ser transformadas o modificadas basándose en ciertas normas. En la comunicación animal existen también señales, pero éstas son de tipo invariable. Ello quiere decir que, por ejemplo, la danza circular empleada por la abejas siempre significará que la fuente de alimentación se encuentra a una distancia de aproximadamente 10 metros de la colmena. Mientras que las señales empleadas por los humanos pueden adquirir diferentes significados por medio de la interpretación que una persona haga de ese mensaje y de los contextos donde ese mensaje pueda ser usado.

En segundo lugar, nuestra comunicación es mucho más organizada y compleja, pues requiere del cumplimiento de reglas o normas. El contenido de un mensaje resulta fijo en la comunicación animal y no evoluciona. Mientras que en nuestro lenguaje, sí es posible apreciar una evolución de contenidos. Por ejemplo, en el día a día nosotros incorporamos y desechamos un buen número de palabras que nos ayudan a evolucionar en tiempo y espacio, y este cambio es necesario para que la lengua no muera en nuestras sociedades. Por el contrario, en la especie animal el contenido de los mensajes transmitidos nunca varía; ellos siempre van a referir un contenido relacionado con la supervivencia de los animales en la naturaleza.

En tercer lugar, aunque la especie animal posee una variada gama de vocalizaciones, movimientos, sonidos y cantos, dependiendo de la especie, siempre éstas serán consideradas señales simples al compararles con los códigos que ocurren en el lenguaje humano. Por esa razón, la transmisión en este tipo de comunicación es unilateral a diferencia de la nuestra que es bidireccional. Además nosotros no contamos con limitaciones a la hora de comunicarnos; en el caso de los animales, por ejemplo, retomando el caso de las abejas, sabemos que ellas experimentan las limitaciones ambientales de no poder intercambiar información si no existe la luz del día. En el proceso comunicacional de las abejas es necesaria la presencia del sol, para así poder guiar a sus compañeras de colmena a través de la danza que ellas producen. En nuestro caso, este tipo de restricción ambiental no existe. Nuestra comunicación puede hacerse efectiva a cualquier hora, distancia y momento siempre y cuando contemos con las herramientas necesarias para producirla (teléfonos, email, satélites, etc).

Para concluir, y retomando lo expuesto puedo señalar que quedan totalmente explícitas la existencia de diferencias entre la Comunicación Animal y Humana. Así mismo, queda claro que ambas especies poseen señales informativas que permiten la realización del acto comunicativo. Sin embargo, notamos la diferencia de evolución del contenido de un mensaje entre ambos sistemas comunicacionales. Por consiguiente, puedo determinar que no sólo los seres humanos poseemos la oportunidad de intercambiar información para nuestro beneficio y supervivencia. La especie animal se comunica, pero sabemos que ese intercambio informativo no es nunca equiparable al intercambio información que ocurre entre los seres humanos.

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